Tus vacíos son los míos.

"El concepto de vacío es, sin embargo, más extenso y puede referirse a un vacío representacional o existencial (vivencia de no tener nada en la cabeza, no poder pensar, no recordar), un vacío afectivo (sentir indiferencia hacia casi todo), un vacío mental (no tener fuerzas para llevar un proyecto adelante), un vacío de deseos (no anhelar nada) o un vacío de fantasías (no poder imaginar)". 

Yo creo que soy todo lo contrario...

Ella goza de todas las libertades, a través de su aparente libertad sexual, creando su propia prisión. No podía vincularse ni vincularme emocionalmente en una relación sexual: Yo adicto al sexo, tenía que enfrentarme al erotismo que emanaba de su cuerpo desnudo detrás de su blanco delantal, en contacto con su propio deseo, con el mío.

La construcción del propio deseo, venía dada por la percepción del deseo de ella. Su vientre temblaba al rose de sus manos mirando la erección detrás del pantalón de mi pijama. Amo sus caderas corcoveantes al beso de mi boca, al ahogarme y hundirme en su cintura en el temblor de la suya al besarle. 

No es evitable el sudor que se escurre entre sus nalgas , donde yo puedo palpar la humedad cuando bajan mis dedos entre ellas. Puedo hundirme en el pudor que de su boca escapa. Para poder ver ese deseo, es necesario tocar cada uno de sus rincones, acariciar la voluptuosidad de sus senos y temblor de sus casquillos que se eyectan al beso que no les toca, sólo el roce y el aliento de mi boca basta. 

Cuando uno no puede tocar el dolor, aparece entonces la angustia, donde le veo más allá de su cuerpo, donde veo su dolor, su vacío mental, su vacío afectivo, sintiendo casi indiferencia en mis ojos.  En ese momento donde la impotencia de afrontar el encuentro sexual , se da. 

Puede haber erotismo en el encuentro, únicamente sexo, no amor, como puramente un acto protagonista que trata de escapar del mismo vacío, a través de su cuerpo y el calor del mío, excitación de ver sin ver la vida.

Ellas, manteniendo relaciones dañinas con hombres imposibles y cortándose de un modo compulsivo los sueños, como cortan sus venas,  para así poder sentir algo más allá de la nada, más allá del vacío.

Yo, el otro, como sujeto, con mi deseo me percibo como una amenaza, como un sable que no respeta cortes; Corto entrando por entre sus piernas, embistiendo y abriéndolo todo, hasta lo impensado. Mi sexo ahoga y oprime, como un protagonista en la relación, como todas las mujeres con las que me encuentro en este sanatorio; suntuosas enfermeras comportándose como mesalinas, meretrices, hetairas excitadas por el poder que les confiere el uniforme; cuando me dan la pastilla, luego me desnudan para saborear cada rincón de mi locura. Ahí mi insaciable e inentendible obsesión por el sexo, abrazadas como enredaderas a mis caderas chupándolo todo, comiéndose hasta el último vestigio de gota salina. Cremosa y batible, se desata destruyéndose con sus propios orgasmos y vicios.

Al no poder hacerse cargo del deseo propio, yo construyo el mundo que les rodea, puramente material. Lleno de pulsos sus cuerpos; con lengua, con manos en sus senos, penes en sus cabezas, separados de un sujeto.

De ese modo, como a través de una pantalla de cinerama, como personas desafectadas y convertidas en objetos. 

Esto se hace patente en el momento de nuestro encuentro sexual que vive con su boca, con placer descarnado, cuando el sexo le toca el rostro pasando por las cavidades de sus labios, mojando sus líneas de expresión en su cara, como un intento indecible , indecente y caprichoso.

La escena nos muestra de un modo impecable como la perversión pasa desapercibida durante el día. ¿Goza o se angustia? . No es importante, sigue dejando abierta la respuesta marcando así, la absoluta soledad en la que nos encontramos.

Si, se podría decir que ellas llenan mis vacíos, pero para ser franco, soy yo quién lleno los suyos; Inconsciente por el latido de las pastillas que caen dentro, y que no pueden dejar de hacerlo. Ellas están tan locas como yo, y tienen tantos vacíos como la locura nos lo permite.

Gustab 

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