25 de Julio de 1810.
"Vos sois la culpa, vos la causadora
deste deliquio y amoroso exceso:
tanto vuestra hermosura me enamora."...
Lope de Vega
Su cuerpo desnudo baila en mi mente...
La veo caminar por el corredor desnuda, sin pudor ni culpa. Luce como reina pero es princesa. Tras las gazas de su camisón, brotan con el frío sus carnosos pezones de grandes auras, colgando como pequeñas rocas apuntando al abismo.
En el va y ven, beso de lejos sus nalgas húmedas por el calor; mi lucha interna por el deseo es, entender que el sexo visto como un pecado deja de ser lucha convirtiéndo gloria en vida. A pesar de ser hechos a imagen y semejanza, nos libera de las viejas escrituras que nos hacen creer, que las escribió el mismo yo; Que en ver y sentir su cuerpo sin mascaras y sin culpas, nos libera a los dos. No hay pudor, no hay culpa.
Mis dedos la alcanzan batiendo su humedad, escurriendose entre sus piernas, y en ese instante, voltea para girar sus senos esculpiendo sus pechos en los mios... Sus frutos secos están oscuros, pero erguidos, invitando a mis dedos a complacerla y liberarla de la culpa de sentir deseo, excitación, mientras su entrepierna muestra el brillo mojado de lo mas intimo.
La miel mágica mostrando mi destino; La mia, recien empieza a asomar, y caigo por la lujuria, mientras ella se deja sentir y conocer, se permite un escondido intento de volver como mujer y disfrutar de su naturaleza, para liberar lo que lleva apretado entre sus muslos , como gelatina fresca, soltando el jugo que alguna vez la condeno a este sanatorio.
Busque incansablemente entender el porque de mi obsesión, pero la próxima pastilla me hara olvidar y volver a liberar el licor de la culpa, que alguna vez de un cáliz robe.
Mientras, la capilla del sanatorio estaba cerrada... Quizás fue hoy, donde en mi dialogo con Dios, me hablo de lo que no debía sentirme culpable y del porque otros lo había convertido en pecado: entre las sagradas letras de un libro de arena, que al roce del mar , se deshace entre nuestros dedos, para los que nos miran de afuera.
En el hospital esta prohibido tocar a otra paciente... sobre todo a una mujer, pero el pasillo esta en solticio de verano o algo asi y dibuja sus pezones mas allá de las tela que los cubre , y de reojo, piden que los toque, para liberarla.
Mis manos son las de un escultor, que la modela con mis dedos, despertando ese color arena y el viscoso consentimiento entre sus piernas...
Bebí de el sin morder el fruto del que Dios me había hablado en un frío día de julio 25 de 1810, según el calendario colgado en el viejo confesionario , que tantos secretos olvido por el bien de los feligreses enfermos y en favor del amor libre del deseo, aunque sigue rasgando la tela grande de donde ella se sujeta, para lo que debían ellos y ellas hacernos olvidar.
Gustab, julio de no se que... A ginebra blonde Texto de julio
La denudez puede ser poco evocadora, pero aquí, con ese desenfado al exhibirla, es un fuente de deseo increscendo. Muy sensual.
ResponderEliminarUn abrazo
Tu mente ha volado en el tiempo, pero sigue siendo y sintiendo el deseo y la pasion que hay junto a mujer.
ResponderEliminarUn buen miércoles.
La naturaleza del ser humano, de la vida, solo el hombre hace que sea pecado. Dios no tiene nada que ver. Muy buen relato.
ResponderEliminarMil besitos y feliz miércoles ♥
¿Qué mejor tener en la mente que esa visión, tan intensa de esa mujer?
ResponderEliminarTal vez esa mutua percepción.
Algunas prohibiciones están para romperlas.
Saludos.
Cuando uno aprecia y valora la naturalidad de lo que somos, es cuando es verdaderamente libre y, por ende, cuando disfruta del placer todo cuanto le rodea, así como de uno mismo. No hay nada de pecado en ello, e incluso es benditamente hermoso y mágico, abrir las puertas de la mente y acunar y visualizar en ésta, todo aquello que nos hace sentir y florecer…
ResponderEliminarUna vez más, un magnífico relato pleno de sensualidad y, no menos, de un trasfondo reflexivo y sugerente.
Muchísimas gracias, querido amigo.
Siempre un placer contar con tu compañía en estos viajes de letras.
Abrazo grande 💙