Gratitud... (Un jueves distinto con María Jose)

 

"La meditación es un espejo que te refleja tus virtudes y tus vicios."
Farid Al-Din Attar

Me pedía imaginara una escalera caracol, por donde yo debía bajar... 

Imaginando sus labradas barras de acero fundido, enverdecido por la vejez y el desgaste de sus barandas, de donde muchos, se habían sujetado mientras bajaban, una eternidad que no conocía; Mi guía y maestro me decía que experimentaría mi verdadera energía sexual, y el poder que ella contenía. 

El ejercicio era la ley de atracción, y el me haría bajar a lo mas profundo de mi inconsciente, al laberinto mas oscuro de mi mente, mostrándome lo que era en mi esencia.

Cerre los ojos e imagine, después de profundas inhalaciones que me llenaban de una luz violeta, y exhalaciones que soltaban todos mis temores, tensiones y problemas, llenando mi alma de un luz potente que al entrar en el tema, se volvía purpura y a ratos roja.

Al pisar el ultimo escalón, una puerta de madera tallada con curiosas figuras de serpientes que se enredaban en arboles de jugosos frutos, se habría ante mis ojos. Al entrar en la oscura habitación, se encendían rojizas llamas iluminando la oscura escena; 

Una mujer desnuda y sumisa esperaba frente a una mesa de exquisitas maderas gastadas por el uso y el tiempo. Sus oscuros y brillosos cabellos se iluminaban al calor y la luz . 

Como una película que se presentaba ante mis ojos, me veía entrando en esa habitación y mirando con ojos de furia y crueldad  sus ojos que no dejaban de mirarme fijamente, tras la oscuridad de su belleza salvaje.

En esa escena, me acercaba a ella, colocaba mi mano sobre sus hombros obligandola a apoyarse sobre la mesa, mientras del aire soltaba una nalgada que daba justo sobre sus tiernas carnes mientras presionaba su espalda sobre la superficie de la mesa. Ella, no soltaba palabra alguna, entregada a mis agresivas maneras. Mientras una de mis manos, sujetaba sus brazos cruzados sobre su espalda, una segunda nalgada se dejaba caer sobre su piel desnuda, separando sus carnes mientras, desnudo, mi sexo erguido se acomodaba para embestirla donde un espiral oscuro se acomodaba para recibirlo... La mano bajo delicadamente por una de sus nalgas, y abrió las barreras hundiéndose con  sus dedos en el nido húmedo y frutoso que serviría para lubricar el prieto y carnoso agujero. 

Mis caderas se abalanzaron hacia las suyas, mientras sus piernas se separaban entregándose al delirio y un grito anunciaba la entrada.... mientras el aire se volvía denso y espeso a nuestro alrededor. 

Dos siluetas gemían en la viscosa escena, mis ojos no acertaban a acomodarse para observarla nitidamente, mientras las puertas se cerraban tras de mi golpeando mis espaldas hasta verme caer casi inconsciente y de boca sobre los gruesos adoquines que separaba la tierra del infierno. Al caer escuchaba las palabras de mi guía interior, mi maestro, que sacudía mi cabeza con sus roncas palabras... 

-Esta es tu esencia, tu razón de ser y existir, para eso has venido hasta aquí... nunca detengas tu libertad por lo que otros han puesto en tu cabeza, libérate de esos viejos patrones, que hasta ahora, te tenían encerrado en tu celda de cristal...

Desperté al día siguiente en mi cama con las sabanas revueltas, y su cabeza apoyada en mi vientre. Dormíamos desnudos esa mujer y yo... estaba tan cerca de mi sexo, que este no tardo en llenarse de sangre hasta rozar sus labios que se habrían instintivamente al  estimulo que humedecía su boca, y fingiendo que aun estaba dormida, dejo que mis caderas empujaran una y otra vez hasta recibir con inmensa gratitud mi esencia que como lava emergía hasta mojar su garganta y apagar la sed que sentía al estar cerca del demonio.

Luego, entraron ellos, y haciendo levitar su cuerpo en el aire, nos separaron y dejando caer pastillas blancas en nuestras bocas... nos volvieron a encerrar a cada uno en su celda de cristal, sin dejarnos ver por mucho tiempo.

Así despertábamos en viernes santo, mientras muchos esperarían en tres días, la resurrección de Cristo que nos mantendría encerrados tras estos barrotes que nos separan de nuestra infinita esencia, donde la eterna gratitud se vuelve vida.

Gustab

A quienes quieran leer todos estos relatos de este jueves Los invito a pasar por "Lugar de encuentro blog". Blog de Maria Jose.