Obscenamente...

¿Qué historias habitan tu piel? ¿Qué mapas se dibujan en tus cicatrices, tus placeres, tus silencios?
Con esta pregunta empieza este relato, y en la medida que avances encontrarás la respuesta...
Él vive por ella; ella, vive por él; Una perfecta unión entre el poder y la sumisión; En " El cuerpo como territorio", todo se vuelve aprendizaje.
Ha puesto toallas limpias antes de que su Señor se dirija al baño. Antes de entrar a la ducha, él grita desde el otro lado de la puerta:
-¡¡¡ Están húmedas !!!...
Ella permanece en silencio,  tiemblan sus manos sin control . Ella ha hecho la cama con una perfección geométrica, tal como él le había ordenado; Las sábanas perfectas, lisas, metidas bajo el colchón angulosamente, limpias e inmaculadas.
Cuando sale del baño, él revisa su labor y se da cuenta que algo se mueve bajo las sábanas obscenamente y obliga a ella a apartarlas.
El pecado se mueve como una serpiente, como una fuerza o acción humana que se aleja de la voluntad de Dios, manifestándose a través de la tentación y la concupiscencia. Un deseo desordenado, habido de territorio.
Siempre ocurre algo distinto, algo inesperado que sacude su mente. Y cada día ella se baja las bragas (aunque juraría que se las había puesto como lo pedía él, pero no las lleva); Entonces se echa sobre las rodillas de él o se apoya en una silla entregándose a su voluntad y es azotada a mano desnuda, como flagelo, creando en sus nalgas una especie de jeroglífico en las marcas sangrientas que se van produciendo conforme la azota y luego toma su cuerpo apoderándose por completo de ella.
Al principio ella no lo entiende bien; No sabe si es especialmente torpe, si él ve cosas inexistentes o si es ella la que, premeditadamente, comete un error para ser azotada. 
La prosa no permite interpretaciones porque todo es detallado con un escrúpulo máximo, con una objetividad sin fisuras, pero la realidad no se puede narrar por entero, es imposible, no se puede contar todo. Tal vez esas correcciones diarias solo sean fruto de una lógica inconsciente deseada sin pudor ni rencor, porque era lo que ella necesitaba.
Así es ella, así soy yo, su cuerpo es mi territorio.

Gustab

El cuerpo como territorio.
Reto del 9 del 10 de 2025 

Comentarios

  1. Muchas gracias, has hecho un tremendo relato, finde queda claro dominación y sumisión consentido y consensuado.
    Un territorio que son de ambos y así lo disfrutan
    Pd. Que tal te fue en tu proyecto literario.
    Feliz semana.

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  2. Si hay consenso por ambas partes perfecto, si no el juego ya no es tan divertido.

    Me impresionan los detalles, pero son los que hacen creíble tu relato.

    Un abrazo.

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