Y le quise dedicar unas palabras de fuego...
Al verla tendida sobre las sábanas, desnuda, no podía imaginar lo que escondía. Amo sus cabellos desordenados que esconden su rostro cuando esta dormida, su boca salivante de labios carnosos entreabiertos y llenos de luz.
Amo su largo cuello tendido sobre la almohada, sus hombros apoyados, sus largos y delgados brazos sujetando sus senos abrazados escondiendo sus pezones en la sombras que se dibujan a la luz en la ventana.
Amo sus caderas, su cintura esculpida por la pose de sus sueños, su piel morena tostada por el fuego, sus cicatrices blancas indicando el camino de la sensualidad, del profundo ombligo , del carnoso pubis del que no escapa el cristiano ausente.
Amo sus piernas semiabiertas talladas en sus muslos de nácar negro, oscuro, su vientre plano, llano, terso, pulido y parejo, suave al tacto y al erotismo de su aspecto....el vellón de su entrepierna·, el carnoso rubí aterciopelado de sus entrañas, su corazón palpitante entre sus senos... Amo su calor, la tibieza de su piel entregada a las caricias, al orgasmo venidero, al beso obtuso susurrado entre gemidos. Amo sus palabras jadeantes fundidas por el fuego, la fragua de sus versos, el nácar de sus labios de olivos secos.
Amo la pura atracción instintiva que no alcanza para sostener el deseo. El calor del fuego que puede mantenerse, el lenguaje, su piel.
El deseo es como el fuego, si no se comunica se extingue. El instinto erótico pertenece al deseo original del hombre.. al deseo original del hombre… al deseo original del hombre... el lenguaje es su piel...si no se comunica se extingue, se extingue... esta desnuda y no puedo expresar lo que siento... su piel es tan tersa, y no puedo expresar lo que siento...
- Gustab, deja de hablar sólo, dímelo con tus dedos cálidos entre mi piel... dentro..., más dentro. Toma la pastilla, que yo tomaré la tuya- balbuceó antes de cerrar la ventana, mientras yo le pedía que la dejara abierta...
Gustab.
Tus relato son dinamita, más que fuegos, aunque está vez escondites al hombre con bart y al bebé jaaa.
ResponderEliminarTienes una inmensa capacidad de narrar erótica.
Buena semana.
El realto es bonito y estoy de acuerdo con Campirela, palabras encendidas en las que un hombre con barba y un bebé juegan al escondite y el sahumerio se ha debido quemar.
ResponderEliminarUn saludo