Las huellas vítreas


-Gustab, qué es la poesía?... preguntaba una de las enfermeras...
La poesía nos conduce al mismo punto que todas las formas de erotismo, a  la eternidad. Un nexo indisoluble entre ambas, un vínculo forjado en los terrenos de la muerte, el amor... el goce y la sexualidad humana. 
-Qué es el erotismo?... preguntó la otra...
Es la llama doble;  amor es... erotismo; Octavio Paz dice que “la relación entre erotismo y poesía es tal que puede decirse, que el primero es una poética corporal y que la segunda es una poética verbal”... 
- Qué es poema?- insistió la otra recostando su rostro sobre mis caderas, tan cerca que me quemaba...
El poema erótico rinde pleitesía a los sentidos y a la voluptuosidad a través de la contemplación del otro, cada línea enaltece el acto amoroso o exalta los deleites sensuales transformando a la conducta sexual en un rito solemne; 
-Lo tengo tan cerca...- Dijo la una a la otra...
Los cuerpos ya no son sólo carne y vísceras: son mares que se agitan y mezclan, son lodo y arcilla donde se hunden las manos curiosas en manantiales cristalinos que se derraman; ...-Descubrió mi vientre subiendo la camisa blanca - ... 
Los vientres son selvas densas;- continué-...las caderas... dunas; los brazos se convierten en ramas y los labios son ciruelas dulces que se muerden hasta el cansancio....Ya era tarde, el juego había empezado...
De esa manera el erotismo se convierte en una experiencia transgresora, donde los amantes declaran sus pasiones y viven la exuberancia de las sensaciones.. la forma extraordinaria.
- Entonces, ¿ puedo yo hacer poesía?...- susurró con sus labios tibios besando cerca de mi ombligo...
Tu y todas; Muy en contra de la mayoría de poetas para los cuales el cuerpo femenino es un objeto de deseo, de veneración, de sacralidad incluso... Para las mujeres poetas, el cuerpo masculino es el vehículo de lo palpable, lo amado, lo deseado y logra, a través de esa unión erótica, reivindicarse a sí misma como dueña de sus emociones, sus sentimientos, de su propio cuerpo al que llama en rebeldía y libertad, pero también es transgresora...
-Oigo tu cuerpo con la avidez abrevada y tranquila de quien se impregna en la humedad cifrada...- susurró besando mi vientre...
-En los limos, embalses tibios pongo mi boca...- prosiguió la otra poniendo un beso en mi cuello...
-Bebo los designios musgosos, tus savias densas... tus raíces abiertas y penetrables en tus costas lascivas... 
-cieno brillante.- dijo la otra.
-Y una vez más tu sexo afilado está aquí... abriéndome los labios...Huelo en tus bordes profundos, expectantes las brasas y en tus selvas untuosas las vertientes. Oigo tu semen táctil, lo venero...- y tomó mi sexo sensualmente gimiendo mientras danzaba cerca de la cabeza.- Y continuó...- Toco en tus ciénagas vivas, en tus lamas: los rastros en tu fragua envolvente, los indicios...los palpos, los augurios, el recorrido de esperma... pulsa.
-siglas inmersas; blastos- dijo la otra bajando por mis pechos, siguiendo la saliva de la primera....
-En tus atrios: las huellas vítreas, las libaciones... glebas fecundas, los hervideros de quien emerge, de quien se extiende saturado... ho, oprimes alguna parte infinita de mi orgasmo...Gustab, eres tan exquisito y hermoso
Los cuerpos reflejaron la gravedad exacta, la mágica proporción de sus caderas, que sin peso se posaban sobre mis huesos. En este centro de centros, los cuerpos se arrastran, vuelan... ¿ o acaso... se deslizan...?
-Tu voz en las colinas y los campos inmensos bajo este cielo púrpura, esta delicia o cause a mitad de la lluvia... Las abrazo, y corren las mandarinas; las beso y todas las uvas sueltan el vino oculto de su corazón sobre mi boca... ellas y sus orgasmos... yo dejó que mi cuerpo lo suelte todo... y disfruto...

Luego de todo esto, escribí para ellas...
Pincha aquí o en la fotografía


Gustab.

Comentarios

  1. Me intrigan, una vez más, esas enfermeras. Tan recurrentes en todo lo que escribís, lo que me parece un mérito. Parecen más que enfermeras, musas discípula de la musa Erato, sacerdotisas de Afrodita.
    Un poco manipuladoras con el poeta, y la vez inspiradoras.
    Muy intensas, inspiradas las definiciones sobre la poesía, que también son poesía.
    Y hubo poesía entre los cuerpos.

    Es algo digno de una convocatoria.
    Saludos.

    El Demiurgo de Hurlingham

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    1. Estoy enfermo, y ellas en el sanatorio cuidan mi sueño y mis deseos.

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  2. Las enfermeras son uno de los fetiches favoritos en muchos temas eroticos, quizas tanto o mas que las mucamas.

    No es raro que es un disfraz bastante popular cada 31 de octubre.

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  3. Hola, Gustab, el texto es muy sugerente, no queda grosero, ya que utilizas un vocabulario bello y, como digo, sugerente.
    Rompe un poco el momento y la estética el hecho de que sea diálogo y las palabras "dijo una, dijo la otra". Quizá todo seguido como un momento onírico que tu homónimo recuerde hubiera estado bien también.
    Pero, como te digo, está bien.
    Como profe de lengua te comento que hay alguna falta por si lo quieres presentar a algún concurso que lo tengas en cuenta.
    Un abrazo. 🤗

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  4. Te felicito.
    Un erotismo elegante y envidiable.
    Con enfermeras así estar sano es un castigo.

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  5. Hola Gustab. Al leer el texto noto varias cosas que me gustaría señalar. En primer lugar, hay errores ortográficos y de puntuación que distraen de la lectura. Por ejemplo:

    Se escribe “¿Qué es…?” con el signo de apertura, no “-Qué es…?”. Además, sobra el guion si no se está marcando diálogo de manera consistente.

    “Tu y todas” debería escribirse “Tú y todas” (con tilde en “tú” porque es pronombre).

    “Yo dejó que mi cuerpo…” debería ser “yo dejo que mi cuerpo…”.

    En varias frases falta coherencia de mayúsculas y minúsculas, como en “-Lo tengo tan cerca...- Dijo la una a la otra...”, donde “dijo” no debería ir en mayúscula.

    Hay un uso excesivo de puntos suspensivos (…) y en ocasiones están mal colocados o combinados con guiones, lo que genera confusión.

    Palabras como “ho” parecen errores tipográficos (quizás era “oh”).

    Algunas frases resultan pesadas porque se encadenan demasiadas ideas sin puntos claros. Ejemplo: “El poema erótico rinde pleitesía a los sentidos y a la voluptuosidad a través de la contemplación del otro, cada línea enaltece el acto amoroso o exalta los deleites sensuales transformando a la conducta sexual en un rito solemne;” → esta oración debería dividirse en dos o tres para mejorar el ritmo.


    En cuanto al estilo, el texto busca ser poético y erótico, pero a veces cae en la sobrecarga de metáforas (“vientres son selvas densas”, “labios son ciruelas dulces”, “semen táctil”) que terminan saturando en vez de intensificar la imagen. La sensualidad se vuelve un tanto barroca, y el exceso de imágenes corporales mezcladas con naturaleza hace que algunas frases suenen forzadas.

    También noto que el texto se mueve entre diálogo y narración sin una estructura clara, lo que confunde al lector. Los guiones a veces aparecen, a veces no, y eso rompe la fluidez.

    La idea es buena y el intento de unir poesía y erotismo es interesante, pero necesita una corrección ortográfica, una depuración de metáforas y una mayor claridad en los diálogos para que no pierda fuerza ni belleza.

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  6. Aquí dejo está versión corregida y pulida del texto, cuidando la ortografía, la puntuación, la claridad de los diálogos y manteniendo el tono erótico y poético sin perder intensidad, para que tengas una idea más clara:




    —Gustab, ¿qué es la poesía? —preguntaba una de las enfermeras.
    —La poesía nos conduce al mismo punto que todas las formas de erotismo: a la eternidad. Es un nexo indisoluble entre ambas, un vínculo forjado en los terrenos de la muerte, el amor, el goce y la sexualidad humana.
    —¿Y qué es el erotismo? —preguntó la otra.
    —Es la llama doble: amor y erotismo. Octavio Paz dice que “la relación entre erotismo y poesía es tal que puede decirse que el primero es una poética corporal y que la segunda es una poética verbal”.
    —¿Y qué es el poema? —insistió la otra, recostando su rostro sobre mis caderas, tan cerca que me quemaba.

    —El poema erótico rinde pleitesía a los sentidos y a la voluptuosidad a través de la contemplación del otro. Cada línea enaltece el acto amoroso o exalta los deleites sensuales, transformando la conducta sexual en un rito solemne.
    —Lo tengo tan cerca… —susurró una a la otra.

    Los cuerpos ya no eran solo carne y vísceras: eran mares que se agitaban y mezclaban, eran lodo y arcilla donde se hundían manos curiosas en manantiales cristalinos que se derramaban.
    —Descubrió mi vientre al subir mi camisa blanca…

    —Los vientres son selvas densas —continué—, las caderas, dunas; los brazos se vuelven ramas, y los labios son ciruelas dulces que se muerden hasta el cansancio… Ya era tarde, el juego había comenzado.

    De esa manera el erotismo se convierte en una experiencia transgresora, donde los amantes declaran sus pasiones y viven la exuberancia de las sensaciones, una forma extraordinaria.

    —Entonces, ¿puedo yo hacer poesía? —susurró, con sus labios tibios besando cerca de mi ombligo.
    —Tú y todas. Muy en contra de la mayoría de poetas, para los cuales el cuerpo femenino es objeto de deseo, de veneración, de sacralidad incluso… Para las mujeres poetas, el cuerpo masculino es el vehículo de lo palpable, lo amado, lo deseado, y logra, a través de esa unión erótica, reivindicarse a sí misma como dueña de sus emociones, de sus sentimientos, de su propio cuerpo al que llama en rebeldía y libertad, pero también en transgresión.

    —Oigo tu cuerpo con la avidez tranquila de quien se impregna en la humedad cifrada… —susurró, besando mi vientre.
    —En los limos, embalses tibios pongo mi boca… —prosiguió la otra, poniendo un beso en mi cuello.
    —Bebo los designios musgosos, tus savias densas, tus raíces abiertas y penetrables en tus costas lascivas… cieno brillante —dijo la otra.

    —Y una vez más tu sexo afilado está aquí, abriéndome los labios… Huelo en tus bordes profundos y expectantes las brasas; en tus selvas untuosas las vertientes. Oigo tu semen táctil, lo venero… —y tomó mi sexo sensualmente, gimiendo mientras danzaba cerca de mi cabeza—. Y continuó: Toco en tus ciénagas vivas, en tus lamas: los rastros en tu fragua envolvente, los indicios, los palpos, los augurios, el recorrido del esperma que pulsa.

    —Siglas inmersas; blastos —dijo la otra, bajando por mis pechos, siguiendo la saliva de la primera.
    —En tus atrios: las huellas vítreas, las libaciones, las glebas fecundas, los hervideros de quien emerge, de quien se expande saturado… Oh, oprimes alguna parte infinita de mi orgasmo… Gustab, eres tan exquisito y hermoso.

    Los cuerpos reflejaban la gravedad exacta, la mágica proporción de sus caderas, que sin peso se posaban sobre mis huesos. En este centro de centros, los cuerpos se arrastraban, volaban… ¿o acaso se deslizaban?

    —Tu voz en las colinas, en los campos inmensos bajo este cielo púrpura… Esta delicia, este cauce a mitad de la lluvia… Las abrazo, y corren las mandarinas; las beso, y todas las uvas sueltan el vino oculto de su corazón sobre mi boca… Ellas y sus orgasmos… Yo dejo que mi cuerpo lo suelte todo… y disfruto.

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    1. Wow, erotismo : una lección literaria , para aprender y disfrutar
      Un abrazo.

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  7. En fin, espero a verte ayudado. No sé si era esto lo que me pedías. Tú eres el escritor y espero que te ayude para próximas narraciones. Un abrazo

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  8. En respuesta a tu solicitud, de opinión en mi blog, me quedo con el(borrador) relato , que tan amablemente te regala Nuria de Espinosa. Pero la idea es tuya,tú decides.
    Un abrazo.

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