Horas en el infierno.

-Desnúdame los párpados y las mejillas a besos. La comisura te espera abierta...
En la rendija del vitral que deja escapar fluctuantes vaivenes urgentes, mi sexo se vuelve un regente bajo un cuerpo ardiente. En vaivén; Ópalos blancos que se estrellan contra la rosada pared, en el portón la madera rústica y tallada, en el postigo de un castigo poniente.
Después, sabré saborear la soledad de mis horas de un relato, esas que no entienden de relojes mulatos, de horas negras sabiendo, que conservo dentro mí, todos tus húmedos recuerdos, donde el infante elefante escondió su larga trompa.
Dalí avaricio tu cuerpo, tu suave piel, de una pincelada espatulada de pobreza, resbalando el azul cromo en la mía, locura sin prudencia ni cordura absenta.
Tu piel: memorizada en sal de estancia, en avaricio pálpito lingual, en su saliente y humedecida cárcel bombeando pierna adentro. Un orgasmo escondido en el poniente, donde el plesbicio infierno se vuelva caliente.
Destrózame la cintura a lomo de tu montura, entiérrate sin pudor, quiébrame la espalda a beso limpio; Condéname,... y no me sueltes nunca, así amordaces todos mis silencios y gemidos. Llena de ti, rellena cada poro con la insistencia de tu lengua. Recela en cada embestida un gusano en la pobreza, sembrando huevos en tus cuencas. Así tus senos, así mis venas, así en pares dispares sin coherencia, amorosa orgía plena. Un paraíso no escrito, oculto en un jardín secreto. donde el pecado es permitido sin ser condenado.
La pastilla blanca seca mi garganta, mi locura sin posibilidad de cordura... Así somos los artistas, prestos y equívocos, así son las enfermeras cuidadoras de nuestras mentes profanas, de sexo y luz tallado en pinceladas gruesas y oscuras. No salvó Van gogh, no salvó Goya, no salvó Munch, no salvó Wölfli, ni Corbaz. ni Ramírez.... ni Kurelek... todos diagnosticados de esquizofrenia en su grandeza...

"Desnuda eres azul como la noche,
tienes enredaderas y estrellas en el pelo,
desnuda eres enorme y amarilla,
como el verano en una iglesia de oro..."
Pablo Neruda.

Gustab


Pares y dispares, muchos artistas, 
pocos locos.


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