El sanatorio amaneció agitado, los pasos y gritos se sentían en todos los pasillos y por la ventana se escuchaba el desafinado organillo de primavera. Como todas las primaveras, el circo volvía como tema central, y todos corrían a asomarse por las ventanas. Charlot agitaba sus llaves detrás de la puerta susurrando...
-Gustab, Gustab...ha llegado el circo...- y de pronto la puerta estaba abierta y ella de impecable blanco corrió hacia la ventana para mostrármelo.
- Mira a esos saltimbanqui como saltan en las calles sin tocar las veredas...- Entonces excitada se colgó de los barrotes levantando las pompas, la falda subía más allá de sus muslos asomando sus redondeces suavemente labradas, mientras sus bombachas eran abducidas por sus nalgas...Entonces, ya el circo no importaba, su delicada y entumecida piel encarcelaba mi mirada dejándome caer de rodillas y perderme en ellas.
Puse un beso suave en su pandero y volé cual trapecista entre sus aromas perdiendo la cordura que tanto tiempo me había tomado, en casi, recuperarla. Su espalda se arqueó como si fuera un látigo, que fue a golpear muy dentro de su cabeza, gimiendo perdida sin retirar la vista de los coloridos carruajes que cruzaban la avenida.
- Mira,... la barbuuuda... la pequeña enaanaaa, y ... y ... dios Gustab, estás loooco...- y el circo siguió su marcha mientras los platillos eran golpeados unos con otros acallando sus jadeos detrás de la ventana.
Su sabor se hacía más intenso, mientras las herraduras de los carruajes casquillaban sobre los adoquines.
Se entregó a mi boca como la más dulce de la golosinas, mientras imaginaba quién sabe qué bajo las carpas. Me deslicé entre sus formas, mientras su piel se humedecía y la preparaba para el ultimo acorde, la última función.
Los volantes del circo danzaban con el viento, hasta quedar enrollados entre los barrotes; las palomas agitadas marcaban el ritmo y los gritos de los pacientes internos jadeaban retumbando en los pasillos... Como niños agitados sin saber que hacer, corrían de un lado para otro , mientras Charlot se deshacía en orgasmos agitada por las banderas y megáfonos que anunciaban cantando:
-Vengan a verrrrr el circo-...
Mientras la música se alejaba con sus ecos adormecidos, Charlot repetía aferrada a los barrotes..
- Estás loco Gustab, estás loco...
Gustab.
22 de mayo
Esa mezcla de circo y placer es la idónea para que vla imaginación nos lleve a la ilusión y fantasía.
ResponderEliminarQuién no está loco en un momento así.
La fantasía en estos días escasea, y el placer gana terreno.
EliminarMuy buena mezcla de fantasía circense, erotismo y locura, Gustab. Un texto con todo el sabor agridulce que el tema pretendía. Un abrazo y muchas gracias por sumarte con dos aportes
ResponderEliminarDe dulce y gras es la vida detrás de la vida. La locura podría salvar el mundo.
EliminarCreo que la literatura no esta lista para mis letras.... 43 vistas 2 comentarios.
ResponderEliminarGustan siempre aprovecha el más mínimo resquicio que se le brinda en el Hospital para disfrutar de su locura.
ResponderEliminarLa vida es breve.
muy breve... tan breve que las enfermeras son una buena salida
Eliminarmás musica , más alto ,más color, es el circo que regresa y trae la risa y las bellas y deseadas mujeres para nuestra fantasía Un abrazo
ResponderEliminarSi trapecistas de la sexualidad
EliminarParece que no estímulo que distraiga a Gustab de esa vision.
ResponderEliminarY no puedo discutirlo.
Saludos.
Es que esa visión es eterna
EliminarJajaa. Que buena imagen: las bombachas abducidos por las nalgas.
ResponderEliminarSospecho que esos alardes de emoción de Charlot , la carcelera, no sé limitan a las visitas del circo.
Abrazooo