Méchants papillons... (El Grito. Relato Juevero de Demiurgo de Hurlingham))

"La génesis de las mariposas", son "cartas de amor rotas que, por los cielos, aletean y flotan y se tornan en mariposas".
Victor Hugo

A los griegos de la antigüedad les cautivaba esa noción e identificaban a la mariposa con la esencia de nuestro ser, por lo que Psique, la divinidad que personificaba al alma, a menudo está representada con alas de mariposa.

El erotismo es como el vuelo de una mariposa, planea rozando con sus alas el aire, moviéndose, erizando la naturaleza sin tocarla, asi como lo hace la boca soplando sobre la piel, sin tomar contacto con ella, inhalando y exhalando  repartiendo su halo de vida como lo hacen las mariposas con sus polvos de estrellas. 

El deseo lo desencadena todo, y es el principio del amor, une lo humano con lo inhumano, dandonos la bestialidad de un orgasmo pleno. El camino sin retorno al extasis.

El orgasmo es ver a Dios a los ojos, es tocarlo, es sentirlo, es olerlo, es degustarlo, es entenderlo, es probar su existencia y dejarse violar por él. Es el éxtasis , el abismo,  es la satisfacción de sentirse inmortal como él.

El erotismo es una mariposa perversa, aquello que nos separa de la animalidad y que nos conecta con nuestra bestial naturaleza instintiva.

-...con sus alas de negro aterciopelado manchadas de carmesí, fue rozando mi sexo despertando la piel, que trémula, fueron inspirando imágenes de un infierno... El mio.

La sexualidad humana no excluye la sexualidad animal, sino que, partiendo de ella y conservándola, la supera. El erotismo y el deseo no viene dado de afuera; Debe ser reconocido, vivenciado como una experiencia interior. Es un abismo profundo; no veo qué medio existiría para suprimirlo. Lo único que podemos hacer es sentirlo como un vértigo del abismo. Nos fascina. Ese abismo es, la muerte, y la muerte es vertiginosa y fascinante.

Nos despojan de las ropas y entregamos nuestro cuerpo desnudo al otro, nos dejamos llevar por la marea sexual, donde el yo se pierde y se abandona en el fondo del océano.

La pasión amorosa, es el impulso hacia la unión imposible con la persona deseada, amada, esa desesperación por el otro que roza la locura y la muerte. Los amantes en busca de la “petit mort”, el impulso de amor llevado al extremo, ese impulso de muerte.

La pasión nos susurra al oído: si poseyeras realmente al ser amado, tu corazón estrangulado por el deseo y la soledad, formarían un solo corazón con él o ella. La pasión seduce, insinúa el asesinato, el suicidio, la muerte.

Explorar el erotismo surge de manifestar su íntima relación con la muerte, la belleza, el deseo, la sacralidad, la prohibición y la transgresión.

-Sentí su aliento cerca de mi cuello. Soplo vaho, aliento, audacia, vigor, impulso, valor, voluntad, ánimo,  espiración, exhalación, hálito, inhalación, inspiración, olfato, gusto, textura quemándome por dentro.

La filosofía del placer, es que nos entreguemos a todos aquellos que nos desean y tomar a todos aquellos a quienes deseamos.

Los cuerpos se entrelazan, se separan, se funden y se deshacen al igual que las palabras; Todo es llevado a su ebullición y evaporación una y otra vez, sin descanso, ad infinitum, como el vuelo de una mariposa.

Así son las enfermeras, asi soy yo... somos un vuelo de mariposa rasante crispando los vellos y la piel, mariposas perversas, produciendo contracciones de nervios y músculos, mojando nuestras almas, despertando aromas de sudor almizclado, soltando un gusto agrio y dulce en nuestros sexos. Así nos alimentamos unos de otros, gimiendo, jadeando, gritando de placer mientras los muros nos devuelven el gozo multiplicado, un grito de terror y muerte. Tal vez, el último grito de Regina Clámor fue después de las pastillas blancas, mientras la obligaban a tener sexo conmigo solo por el placer que le producían sus gritos cuando alcanzaba el orgasmo, pero esta vez, solo se escuchó el grito de su terror.. Después del grito, el silencio del sanatorio escondió la huella de su desaparición.

Gustab.

"Extingue tu alma... trata de encontrar placeres en todo aquello que alarma tu corazón: no bien alcanzada... la perfección de ese estoicismo, sentirás nacer en esa apatía una multitud de placeres nuevos, mucho más deliciosos que los que crees encontrar en la fuente de tu funesta sensibilidad…" 

(Marquez de Sade, como se citó en Klossowski, 2005, p. 99).

Este jueves, un relato: Un fin para Regina Clámor