Pueblo Blanco

Colgado de un barranco duerme mi pueblo blanco bajo un cielo que, a fuerza de no ver nunca el mar, se olvidó de llorar. Por sus callejas de polvo y piedra por no pasar, ni pasó la guerra. Sólo el olvido, camina lento bordeando la cañada donde no crece una flor, ni trashuma un pastor. El sacristán ha visto hacerse viejo al cura. El cura ha visto al cabo y el cabo al sacristán. Y mi pueblo después vio morir a los tres... 
Y me pregunto por qué nacerá gente, si nacer o morir, es indiferente. De la siega a la siembra, se vive en la taberna. Las comadres murmuran su historia en el umbral de sus casas de cal. Y las muchachas hacen bolillos buscando, ocultas tras los visillos, a ese hombre joven que, noche a noche, forjaron en su mente. Fuerte para ser su señor. Tierno para el amor. 
Ellas sueñan con él, y él con irse muy lejos. Y los viejos sueñan morirse en paz, y morir por morir, quieren morirse al sol. La boca abierta al calor, como lagartos. Medio ocultos tras un sombrero de esparto. Escapad gente tierna, que esta tierra está enferma, y no esperes mañana lo que no se os dio ayer, que no hay nada que hacer. Toma tu mula, tu hembra y tu arreo. Sigue el camino del pueblo hebreo y busca otra luna. Tal vez mañana sonría la fortuna. Y si te toca llorar es mejor frente al mar.
Si yo pudiera unirme a un vuelo de palomas, y atravesando lomas dejar mi pueblo atrás, os juro por lo que fui que me iría de aquí... Pero los muertos están en cautiverio y no nos dejan salir del cementerio.

Serrat.








Comentarios

  1. Acabas de reflejar la vida de los pueblos de España. Esta canción me encanta. Tengo toda la discografía de Serrat; el hombre que con sencillez dice las cosas más sabias.

    Un saludo.

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  2. Me has dejado sin aliento. Magnífico tu pueblo blanco y Serrat, también.

    Un abrazo

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Desde la oscuridad...

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