Letras de Papel.
"Abrazada con soltura a los recuerdos que la elevan hacia el sol como un barrilete, la mujer se deja llevar por la nostalgia...
Él le había dejado de visitar , y las calles del viejo Valparaíso seguían llamándolo y reclamando sus letras. Le habían encerrado en un cuarto blanco, donde cuatro barrotes le separaban de su encuentro de los jueves de antaño, donde las sábanas, se enredaban con el sudor y deseo que su cuerpo expelía cuando amaba. Mientras, las polillas, revoloteaban en aquellas noches tras las oscuras ventanas, donde sus alas se freían al calor de las bombillas, donde solo las sirenas de la faenadoras de pescado, inundaban de su peculiar fragancia, todas las mañanas al despertarse de su encuentro.
Con él, eran ajenos al movimiento del puerto, a las alocadas carreras de los obreros por alcanzar la hora de entrada a las faenas, antes que fueran amonestados por su atraso. Y a la loca bajada de los ascensores que los transportaban hacia el puerto.
Entre gemidos y jadeos, se dejaban llevar por la pasión del encuentro de esas la noches; Escuchaban a lo lejos, el espantoso chirriar de las cortinas y los candados que eran descerrajados por el oxido del clima del mar, que dejando huellas en lo viejos fierros con los que eran forjados, se cubrían con la sal y la humedad, mostrando su carácter indómito. Apretados candados que eran golpeados sin piedad a la espera que se abriera el dia. Los cafés abrían para recibir las frías mañanas, mientras otros, cerraban sus bares despidiendo la noche. Los obreros y marinos, mataban la jornada sorbo a sorbo, quemando sus gargantas con agua ardiente después de volver de sus noches de juerga en los burdeles de la ciudad. Las luces, desaparecian con el caer del día tras las puertas de los prostíbulos; Entonces, decidió escribirle, entregando un viejo papel de servilleta, que había guardado como recuerdo de aquellas noches, al conserje del sanatorio, donde verseaba...:
"Ven Amado Gustab, mis piernas están abiertas para tí, somete mi sexo a tus placeres, recoge el jugo que brota de mis entrañas y que corre entre mis piernas, porque mis dedos los han hecho brotar para ti. Deja que tu lengua abra mi sexo a sorbos lentos y juguetones, deja que tus labios se unten de mi ambrosía, porque sólo tu sabrás apreciar lo que de mi cuerpo te regalo. Sometida a ti, sometida a tus caprichos, entregada en cuerpo y alma. Recoge de mis senos la leche, porque mi hambre te pertenece, porque esclava soy de ti. Tan cerca y tan lejos de tus dedos. Quiero tu boca bebiendo de mí.
Estoy mojada y quiero temblar entre tus labios, estoy exhausta de cubrir mi cuerpo de caricias hechas por mis dedos. Te quiero a tí dentro de mí, sometida a tus placeres, rendida a tus caprichos, sólo marca el teléfono una vez más y sabrás donde encontrarme...., que esos barrotes no te detengan, siempre tuya.. Carolina...
pd.¡¡¡TE ESPERARÉ DESNUDA..!!!."
Gustab.
Se ve que la chica te extraña en serio, jeje. Un abrazo y muchas gracias por sumarte.
ResponderEliminarMe he perdido. ¿Quien es el que ya no esta en el sanatorio? ¿Que impide los encuentros jueveros?Gustab? Porque la enfermera sigue "vestida" de enfermera. No me digas que Gustab se ha curado. Tienes que volver a ingresarlo. La carta de ella es muy elocuente y atrayente , por supuesto.
ResponderEliminarAbrszoo Gustab
Ella sigue esperando, a que ese loco regrese, y esté con ella.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Fuera de coñas .... Yo estoy igual que Gabiliante , me he perdido.
ResponderEliminarAquí qué pasa , lo han ingresado , le dan el alta y la enfermera no sabe
donde vive, ya caco , besos de flor.
No, no es una enfermera, sino una antigua amante... que ya ha salido en alguna parte de este blog. Gustab se alejo de ella, y cayó en desgracia cuando fue a dar al sanatorio. La carta es real, nace de un comentario donde alguna vez me reclamaron pidiendo que dejara a otra por ella.
ResponderEliminarDe ahí, el mundo abstracto del sanatorio. Los que me conocen saben que aquí el tiempo es una ilusión y el espacio, infinito.
Gustab.
Le pertenece su hambre, pero también su alimento, cáliz de sus senos, un llamado como una súplica, pero también un reclamo.
ResponderEliminarAbrazo
Me encantó tu relato, Gustab. Lo que más me gustó fue la ambientación con los sonidos que se oían de fondo, la vida noctura que daba paso a una nueva jornada, el olor a mar... 10/10 ¡Y la carta del final promete! Como siempre, la fotografía perfectamente escogida.
ResponderEliminarUn besazo
Me gusta esa ambientación portuaria, esa mezcla de rutina, olor a pescado y trajín envolviendo las sensaciones de los amantes. También el canto de la sirena sobre la servilleta.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Chico, como las tienes....
ResponderEliminarEsa carta es una joya de pasión y erotismo.
Más allá de eso me ha gustado mucho tu forma magistral de meternos en situación. Estupendo.
Besos
Y entonces están internados en dos lugares diferentes.
ResponderEliminarY él por lo menos tiene a las enfermeras. Ella está sola, extrañando tan intensas experiencias.
Saludos.
Se ve que extraña ser tu alimento.
ResponderEliminarQue desea sentir tus labios.
Muy buen relato. Besos Gustab.