Princesa .
Ginebra nos invita a participar en su blog Variété, y quiero ser parte de esta invitación, gracias. Su Servidor.
"¿Por qué es tan difícil querer, siendo tan sumamente fácil desear? Porque en el deseo habla la impotencia, y en el querer la fuerza. " (Gustav A. Lindner)
Firme en la ausencia y dueña de las cálidas madrugadas que atesoran las leyendas y las lunas que guardan tus recuerdos, delimitando el abismo que jamás apagará tu recuerdo. Somos, mi princesa, fieles compañeros de sueños, y despertares, no distan mucho tus palabras de las mías, ni tus recuerdos ni esa habitación que cubre lentamente la ambrosía y el néctar de nuestro despertar.
La estela de tu mirada será recuerdo y testimonio de aquella tarde de lluvias, cuando el aire rozaba los cristales bañando nuestra piel de sudor y deseo, invitando a un largo beso.
Delicioso aroma de café, y el último gemido de nuestra maltrecha inocencia, siendo espacio desconocido que entre imposibles turbas, erice la piel en la distancia.
Mis manos temblorosas tracen caricias en tus senos, hasta perderse entre tus piernas encendiendo el fuego que te quieme y funda, cuando las huellas lacerantes del invierno atraigan tus labios derritiendo las nieves, solo nos quedará el calor de un invierno de lluvias en una habitación el la Habana, una que nos enseñó a amar desnudos sin pudores ni plegarias, donde el sexo es sólo sexo y el amor el néctar que lo alimenta.
No dista tu piel de la mía, no, cuando arde en deseos y las ávidas lecturas, que hoy me tienen aquí encerrado, en un sanatorio libre de rejas, atrapado de deseos.
Tu, la que caminas por los abismos, eres la razón y causa de mi locura.
Gustab
Es un texto onírico, y mucho poético. Me encantó. Por el amor de la Habana.
ResponderEliminarUn abrazo
Por favor, qué bonito, Gustab!! Me ha encantado este tinte nostálgico e inocencia, a la vez. Maravilloso despliegue de sensaciones que delimita el amor y el sexo. Preciosa tu participación para nuestra querida Gine.
ResponderEliminarMil besitos para ti y muy feliz día.
Poco a poco te voy conociendo. Tienes buena pluma...
ResponderEliminarMe gusta lo de labios de una mujer, seguramente muy rojos, derritiendo la nieve. Muy poética.
ResponderEliminarEs entendible la locura.
Muy bien las imágenes que elegiste.
Saludos.