Cobardía .
"Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes prueban la muerte sólo una vez."
William Shakespeare
William Shakespeare
-Chupa carajo, chupa... - su sexo empezó a rasgar mis labios, gemía de placer...- que rico, anda chupa más..- y se enterraba en mi boca ahogando los gritos que no podía soltar. Sus caderas se movían como si fuera el mismo demonio, mientras el sabor agrio de su sexo embadurnaba mis labios ....- chupa carajo, chupa...- gritó, y se deslizó clavándose en mi sexo. Gozó de mis caricias obligadas por un buen rato, haciéndome eyacular una y otra vez.
El doloroso sexo oral que se turnaba para hacer entre cabalgaduras, la fricción de sus dientes, y la culpa que sentía por haberla estado espiando a través del del ojo de la cerradura, se convertían en mi condena.
Cuando ella lo descubrió, lo que hacía cada noche cuando mis padres dormían, terminó usándolo a su favor, con el deseo vivo en su piel. Trabajando puertas adentro cuidando niños, su vida amorosa no era viable, y ante las necesidades que reclamaba su cuerpo, decidió que el fisgón se transformara en su joven amante, aprovechándose del miedo y cobardía que yo sentía al enfrentar a mi padre.
Después de muchas horas, desperté tirado entre las sábanas de la pieza de servicio, mojado y temblando por la situación, mientras ella me miraba a los ojos tiernamente.
-Pobrecito mi niño...- Humillado por la situación, avergonzado por mi cobardía, trate de huir, pero sus manos me detenían diciendo - no le contaremos nada a tu padre, ni avergonzaremos a tu madre, Te espero esta noche.- Me apoyó sobre sus senos aún desnudos y volvió a engullirme antes de salir del cuarto...
Gustab
Una tentación, un secreto y la dicotomía de tener que enfrentar a su padre o seguir siendo un cobarde. Decisiones difíciles si las hay, sobre todo en la juventud y el despertar de los placeres.
ResponderEliminarGracias por sumarte, besos
El desprtar de la infancia, con alguien curtido, es lo que garantiza que luego el sexo sea muy natural y grato. Aquí la cobardía estaba justificada tal vez :-).
ResponderEliminarUn abrazo
Hay cobardías obligadas, y valentías de arrebato, tu modo de afrontar el tema es reflexivo. Abrazos
ResponderEliminarUn texto difícil para pronunciarse ante la cobardía.
ResponderEliminarEs difícil evaluar no se si escribes sobre un niño o sobre un adolescente. Me imagino que es lo segundo.
ResponderEliminarA veces la cobardía se complica más de lo debido.
ResponderEliminarMuy buen texto.