Apología de un vuelo.

“El orgasmo es el gran comedor de palabras. Sólo permite el gemido, el aullido, la expresión infrahumana"
Valérie Tasso

Aún Siento…

Hoy desperté y algo entre el vacío y el misterio, se instaló al verte desnuda y despeinada reflejada en mi mirada. Atrapaste y seducíste el vuelo de mi fénix hasta convertirlo en llamas y convertiste en cenizas las plumas que le abrigaban tras la tormenta del vuelo libre de un pájaro que se jactaba de su libido salvaje e indómito.

Aún sentía en mi boca el gusto salado que había quedado en mis labios y ese profundo sabor agrio y dulce del almizcle del zumo de tu sexo amalgamado con el mío. El sabor salado de tu piel mojada por mis jadeos en batalla aguda de noche de sudores y embestidas.

Siento tu aliento quemante en la cúspide de la grieta atada al frenillo desnudo entre tus labios, atrapada mi cabeza volcánica emanando láctea y lasciva la lava efervescente. Tu lengua áspera y traviesa que lame y lame en este vuelo simbólico hasta que duele la libertad de haberte tenido por este único instante. Aún siento tus uñas convertidas en arados, haciendo surcos en mi espalda, sintiéndome vivo con esa mezcla de placer y dolor que atraviesa mis sentidos.

Aún siento tu piel que gotea en la mía ardiendo, quemando con tu sexo el mío, entrando sin compasión  por tus paredes enceradas, perforando y desgarrando, gritando dentro de ti mi deseo que grita dentro de mi y que sólo se mitiga con el dulce sabor de tu agonía.

Aún siento tus dedos temblorosos resbalando por mi piel convertida en plumas y el quemante aliento de tus labios, embriagados con la humedad de mi aroma, saciando tus orgasmos convulsionantes de tu vientre con mi néctar tibio aspergando tus montes y jardines, áridos hasta ese momento de mutuo éxtasis perdido. 

Aún vive en mi, el encuentro soñado de tu boca con la mía, aún siento mi locura y tu cordura, tu júbilo y mi deleite. Amor, hoy al despertar…Aún te siento.

Gustab