Punto de luz. (delirio)

El cuerpo es resbaladizo, como hierbas alargadas y locas. 

De noche toqué tu carne desnuda, mi lengua deambuló por todas tus partes.  Iba y venía por el nudo de tu sexo, después en la hondura de tu vello, tu voz llena de deseo, tu enorme  boca venenosa, tus pestañas. 

Tu, labios de sal negra, flor nacida antes que el tiempo, delicada y perversa, como el interior de la turbina miel que escapa y lo cubre, más profundo que el color rojo. Tu sexo, dulce infierno, emocionado de perder el sentido abierto, como la semilla abierta al éxtasis.

Tu sexo de redención, sollozante, de disolución de la amargura, piel que endulza mi boca, mar errante, punto luz enterrada, hondura de magia, desgarrante de néctar de miel embrujada, de pendiente suave, para fundir la vida.

Tu sexo triángulo sagrado besaré, hasta hacer que toda tú te enciendas, como un fuego sagrado, que nunca se apague, que flota locamente en la noche.

Gustab