El espejo.
«La angustia es el vértigo de la libertad».
Kierkegaar
Kierkegaar
Al sentarme frente al espejo, la vi sonriéndome con el dulzor de una insinuación que traspasaba el revestimiento que devolvía la imagen. Luego una carcajada se dibujó en el frío ámbito de cristal y su rostro se deformó para transformar el aire. Se reía de mí, y yo me reí con ella a pesar de su monstruosa actitud. Quise huir de aquel maldito vidrio, pero su cuerpo agusanado me atrapó en un abrazo de hielo. La carcajada seguía zumbando en mis oídos y se colaba en mi cabeza como una tortura, la angustia se apoderaba de mi.
Sentí sus manos aferradas a mi nuca y la proximidad de su aliento en mi boca. Mi resistencia fue inútil. Sus labios impregnados de deseo me besaron y me hundí en los abismos del infierno. Entonces la carcajada se hizo más intensa, como un eco ensordecedor e inagotable que se reía de mi existencia y excitación.
Lo cotidiano se transformaba en una imagen seductora que podía transformarlo todo, nunca había mirado la profundidad en el espejo, ni había sentido su presencia en mi habitación. Así empece a descubrir porque mis mañanas despertaban tan excitadas sin entender el porqué, quizás siempre había estado ahí y ni las pastillas lograban borrar su imagen. Ella podía sentir mi angustia tras las rejas y siempre sería una presa fácil a sus artimañas.
Gustab
Has transmitido muy bien la angustia, y esas risotadas ponen el vello de punta.
ResponderEliminarFeliz día!
Esos espejos que durante la noche nos observan y se llevan nuestros pensamientos para devolvérnoslo después modificados a su antojo.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Un abrazo. Feliz tarde de martes.💛
No hay nada más peligroso que mirarse a un espejo cuando se siente uno angustiado nuestra mente hace estragos con el reflejo que se proyecta en él... Abrazos.
ResponderEliminarConmueve...
ResponderEliminarSentirse así de manera cotidiana... siempre con esa intensidad :)
ResponderEliminarUn buen relato entre pesadilla, sueño y torturadora realidad en forma de espejo que atrapan hasta el final.
ResponderEliminarAbrazos.
Ese espejo testigo de tantas emociones.
ResponderEliminarUn deleite disfrutar de tus textos.
Un abrazo.
Los espejos hay que tener cuidado con ellos, cuando menos te dicen que no estás tan delgada como siempre.
ResponderEliminarAbrazos.
Maldad suprema la de reírse de los intentos vamos del otro. Justo en el filo de la locura. Un abrazo
ResponderEliminarUna mezcla de maldad y seducción.
ResponderEliminarPor eso no es aconsejable dormir ante un espejo... Bueno eso depende de lo que desees..muy bueno, besos.
ResponderEliminaracaso los espejops tienen la capacidad de desdoblar nuestra personalidad ?, un espejo es juez y parte, él y nosotros sin intermediarios, no podemos engañarle por que sabe de nosotros más que uno mismo. Buen relato. Un abrazo
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