El aprendiz. (Confesiones)

 "Y sus viejos temores sobre el niño comenzaron a evaporarse como una leve niebla corroída por el sol de verano limeño. Había olvidado echarse encima la bata. Iba desnuda bajo el ligero camisón de dormir de seda negra y sus formas blancas, ubérrimas, duras todavía, parecían flotar en la penumbra entrecortada por los reflejos de la calle(...) Conmovida, lo besó también, en las mejillas, en la frente en los alborotados cabellos, mientras vagamente, como venida de lejos, sin que se percatara bien de ello, una sensación diferente iba calándola de un confín a otro de su cuerpo, concentrándose sobre todo en aquellas partes - los pechos, el vientre, el dorso de los muslos, el cuello, los hombros, las mejillas- expuestas al contacto del niño.(...) mientras regresaba al dormitorio, doña lucrecia sintió que ardía de pies a cabeza. -pero no es fiebre-, se dijo aturdida. ¿era posible que la caricia de un niño la pusiera así? (...) ¿sería el primer síntoma de envejecimiento? porque, lo cierto es que llameaba y tenía las piernas mojadas...

Mario Vargas Llosa.


Lo primero que aprendí de una mujer, fueron secretos de la masturbación, que lo detonaba el deseo de lo prohibido en sus comienzos. Luego vino, lo que, para muchos, era el abuso. 

Ella sabía manejar los sentidos y me enseño a entrar en los suyos, como si fuera un gran teatro de la masturbación. La inspiración nacía de verla enseñarme cada uno de sus rincones. Yo era su gusano de seda, que iba dejando su estela brillante por su paso.

La adrenalina, la ponía un niño que quería de esto, hacer su mejor experiencia y termino siendo la única que volvió tantas veces como la necesitaba. Sin adornos y expectativas, dedos y boca completamente a su servicio. una maquina que recién empezaba a descubrir cada uno de sus secretos.

Me llevó a los caminos mas oscuros, donde finalmente el fuego me calcino entre sus piernas. Una vez quise callar su boca, y sólo había una manera. Un mástil en desarrollo y constante crecimiento, le entró por su boca, hasta alcanzar el fondo de su garganta.

Como la crema catalana, que terminaba mojando lo que pedía.

Gustab.


Comentarios

  1. Siempre pensé que Vargas Llosa no sabe de mujeres, no ha sido capaz de entrar en su mundo.
    Tú sí...

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  2. El erotismo, no siempre va por los mismos caminos. He citado a varios escritores en mis relatos, porque de ellos he ido aprendiendo y vivido muchas de mis historias.
    Ellos me acercaron a escribir algo de mi vida. La sensualidad se conquista mientras más te acercas a ellas.

    Gustab.

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Desde la oscuridad...

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