Perdiendo pasos.
Baltasar se encaminaba al encuentro con el niño que estaba por nacer, pero al atravesar el desierto, la silueta de una mujer semi desnuda detuvo su andar. Con el rostro cubierto por el sudado pañuelo, dejó que sus mantos cayeran a la arena para cubrirla.
Desnudo frente a la mujer y atormentado por la piel que le vestía, se acercó a ella para despertarla de su inconsciencia.
Al despertar, la mujer, perdida en el desierto, no dejaba de preguntarse, ¿ porqué un hombre tan moreno le seducía sin siquiera imaginar su rostro?. Su cuerpo prendía en deseos al verlo a torso desnudo y buscaba resolverlo bebiendo de él la gracia divina. Un calor, donde las gotas de sudor corrían por los pechos, apagarían su sed.
A besos fue bebiendo el sudor del beduino, mientras éste jadeaba de deseo y dejaba escabullir sus manos bajo las faldas de aquella extraña, que no pensaba en nada más, que descubrir a que sabía el cuerpo salvaje de aquel extraño amante. Aquel surgido de las arenas candentes del abandonado desierto que lo escondía a los ojos de las mujeres que en esas arenas se perdían. Esos ojos negros que no dejaban de mirarla fijamente, las calientes manos del beduino, que hurgaban entre sus piernas, sabían como excitar con sólo una caricia que se perdía insolente entre sus carnes.
Los dedos del extraño, de vestidos negros de seda, olían a mirra, y ella se dejaba embriagar, mientras al nor-poniente, un niño le esperaba.
Desnudo frente a la mujer y atormentado por la piel que le vestía, se acercó a ella para despertarla de su inconsciencia.
Al despertar, la mujer, perdida en el desierto, no dejaba de preguntarse, ¿ porqué un hombre tan moreno le seducía sin siquiera imaginar su rostro?. Su cuerpo prendía en deseos al verlo a torso desnudo y buscaba resolverlo bebiendo de él la gracia divina. Un calor, donde las gotas de sudor corrían por los pechos, apagarían su sed.
A besos fue bebiendo el sudor del beduino, mientras éste jadeaba de deseo y dejaba escabullir sus manos bajo las faldas de aquella extraña, que no pensaba en nada más, que descubrir a que sabía el cuerpo salvaje de aquel extraño amante. Aquel surgido de las arenas candentes del abandonado desierto que lo escondía a los ojos de las mujeres que en esas arenas se perdían. Esos ojos negros que no dejaban de mirarla fijamente, las calientes manos del beduino, que hurgaban entre sus piernas, sabían como excitar con sólo una caricia que se perdía insolente entre sus carnes.
Los dedos del extraño, de vestidos negros de seda, olían a mirra, y ella se dejaba embriagar, mientras al nor-poniente, un niño le esperaba.
Gustab, (cuentos de velador)
Es fascinante la magia porque todo lo acaricia: el tiempo, las leyendas, las historias, los desiertos y la sed...
ResponderEliminarLuz, el tiempo es una ilusión, las leyendas e historias se repiten, los desiertos y la sed, siempre están ahí, se quedan para crear estas ilusiones de algún escritor.
ResponderEliminarNo es bíblico, pero parece más entretenido.
Gustab, esperando las 22 hrs.
El tiempo, la cuarta dimensión.
ResponderEliminar(¿En qué tiempo esperas las 22?)
En el cambio de turno hY
ResponderEliminarGracias por participar con este enfique distinto del cuento de los Reyes. Un mágico encuentro para una noche mágica. Mis mejores deseos para ti en este recién nacido 2022.
ResponderEliminarUna espera justoficada. Baltasar era un rey, pero era un hombre :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Me encanta que la inspiración tenga tantas formas y modelos y que un mismo tema pueda inspirar de lan variada manera. Feliz de leerte. Un abrazo
ResponderEliminarLa sensualidad del rey mago estuvo presente en esa dama del desierto. Un feliz Año Gustab.
ResponderEliminarFeliz Año Nuevo 2022,
ResponderEliminarDesde luego, que regalo nos hicieron al crearnos, como seres pensantes.
La imaginación, la inspiración.
Me has enamorado con tus letras. Bravo.
Feliz día de Reyes. Un abrazo.
Un Rey Mago es adoración al Niño y es como tu Baltasar cuerpo y epifanía.
ResponderEliminarSaludos ;-)
Aunque soy de las personas que separan sexo de creencias, tengo que reconocer que tienes una gran imaginación para el relato donde lo erótico forma parte de la normalidad de cada historia que cuentas. Bravo!
ResponderEliminarSaludos.
Cuando he visto que empezaba "Baltasar..." me he imaginado lo mejor. Que alguien se había escapado del sanatorio y se disponía a repartir lo aprendido. Sanar y satisfacer los suelos de damas perdidas en el desierto. Muy original enfoque y fino desarrollo del encuentro sexual, sin perder de vista el objetivo, pero sin dejar pasar la oportunidad de ayudar por el camino
ResponderEliminarAbrazoo fuerte gustab
Tiene sentido ese encuentra inesperado, tan intenso.
ResponderEliminarSaludos.