El viaje.
"El deseo es, como cuando un niño quiere llenar un pozo de arena con agua, cada vez que vuelve al pozo con un nuevo balde de agua, la arena se ha tragado el balde anterior. Vuelve una y otra vez esperando que el pozo se llene... En ese eterno viaje se va la vida y nunca se logra llenar. "
Estirado en el catre de mi habitación, divagaba recuerdos que azotaban mi cabeza contra los muros, y producto de esos golpes, veía enfrentamientos frecuentes de tauras y malevos trenzados en duelos criollos, taqueras resonando en las calles adoquinadas surcadas de marineros, en mi vuelo, entregados a la droga y alcohol, homosexuales, fumaderos de opio regenteados por chinos... imágenes que saltaban de mi degenerada cabeza embrutecida por las pastillas y el encierro que debía estar pronto a terminar.
En La Boca existían los cafés; Las mujeres que atendían las mesas, vestían de negro, bailaban con los parroquianos, y entre copa y copa, iniciaban la seducción. También... en el mismo lugar, se hacía el amor detrás de las cortinas, desde donde de vez en vez, se asomaban algunas piernas, que entre movimientos dejaban caer la bombacha negra con piedras incrustadas entre las telas. Los movimientos rítmicos de las cortinas, indicaban que la mina se agachaba para servir algún galán con laboriosos y apasionados labios.
En estas alucinaciones, las nalgas, se dibujaban en las livianas cortinas de tela, y el vaivén de ellas, indicaba el principio y el fin de una acalorada relación carnal. Más de algún malebo se aprovechaba, para tirar las manos a cada sacudida de cortina, para tocarle las carnes a las chicas del burdel, que sin distraerse, seguía en su apasionada labor.
En este viaje intimo, fui a dar a ellos, buscando el deseo, que como el niño del balde, no dejaba de llenar ese vacío en mi alma. Semi desnudas se paseaban las chicas en los oscuros pasillos del lugar buscando algún borracho, para llevarse a un rincón medio a oscuras, para saciar su sed y recibir algunos morlacos a cambio.
Al entrar, un haz de luz surco el cielo como partiendo la noche; Una chica de delicado cuerpo y hermosa piel, rozó mis labios susurrando sus servicios al oído. Dejé que sus dedos se escurrieran por mis bolsillos, mientras sus manos de diestra habilidad, iban levantando el miembro entre las telas. Sus suaves manos me hacían temblar, mientras las mías se deleitaban en sus redondos senos coronados por rosados pezones deliciosamente perfumados. Iban soltando humedad producida por la humedad del calor existente, olían a cítricos o jazmines. Fuimos a dar entre las cortinas que olían a sexo.La maravillosa textura de sus labios, fueron recorriendo mis carnes desnudas, que brotaban entre sus manos con delicada ternura y suavidad. Entre ahogos y sofocos fue libando toda el néctar que había acumulado por semanas dentro.
La corrida más exquisitamente trabajada, me llevó a tocar el centro mismo del infierno, y a desear fundirme entre sus labios. Luego me pidió que me arrodillara, y sentándose en el borde de una ventana, me invito a hacerle sexo oral.
Quiero creer que fue real, aunque saberlo no cambia nada.
En estas alucinaciones, las nalgas, se dibujaban en las livianas cortinas de tela, y el vaivén de ellas, indicaba el principio y el fin de una acalorada relación carnal. Más de algún malebo se aprovechaba, para tirar las manos a cada sacudida de cortina, para tocarle las carnes a las chicas del burdel, que sin distraerse, seguía en su apasionada labor.
En este viaje intimo, fui a dar a ellos, buscando el deseo, que como el niño del balde, no dejaba de llenar ese vacío en mi alma. Semi desnudas se paseaban las chicas en los oscuros pasillos del lugar buscando algún borracho, para llevarse a un rincón medio a oscuras, para saciar su sed y recibir algunos morlacos a cambio.
Al entrar, un haz de luz surco el cielo como partiendo la noche; Una chica de delicado cuerpo y hermosa piel, rozó mis labios susurrando sus servicios al oído. Dejé que sus dedos se escurrieran por mis bolsillos, mientras sus manos de diestra habilidad, iban levantando el miembro entre las telas. Sus suaves manos me hacían temblar, mientras las mías se deleitaban en sus redondos senos coronados por rosados pezones deliciosamente perfumados. Iban soltando humedad producida por la humedad del calor existente, olían a cítricos o jazmines. Fuimos a dar entre las cortinas que olían a sexo.La maravillosa textura de sus labios, fueron recorriendo mis carnes desnudas, que brotaban entre sus manos con delicada ternura y suavidad. Entre ahogos y sofocos fue libando toda el néctar que había acumulado por semanas dentro.
La corrida más exquisitamente trabajada, me llevó a tocar el centro mismo del infierno, y a desear fundirme entre sus labios. Luego me pidió que me arrodillara, y sentándose en el borde de una ventana, me invito a hacerle sexo oral.
Quiero creer que fue real, aunque saberlo no cambia nada.
Gustab, en el laberinto de sus alucinaciones...
Hola Gustab, es notable como las mismas frases logran tomar un color totalmente distinto dentro de un texto que en medio de otro con tan diferente clima y temática. Has logrado ensamblar con coherencia dos de las frases sugeridas y desde ya que has superado el reto sin salirte de tu estilo. Muchas gracias por sumarte. Un abrazo
ResponderEliminarMuy buenas esas frases que en un texto erótico marcan la diferencia. Me pareció muy sensual. Un abrazo .
ResponderEliminarUn relato muy bien cuidado en la presentación. Te felicito.
ResponderEliminarMil besitos.
No siempre mi estilo es bien entendido, pero cuidando el texto busco expresar lo que se viene a la cabeza... gracias por vuestra visita. Espero al próximo.
ResponderEliminarGustab, muy cerca del acantilado.
Me gusta como has creado esa atmósfera, todo el ambiente en el que el relato se desarrolla. Todo muy gráfico. Has logrado también introducir las frases elegidas con total naturalidad.
ResponderEliminarUn abrazo
todo un atrezzo adecuado para un relato bien estructurado que nos lleva de tu mano a una historia muy interesante abrazo
ResponderEliminarQué bien se han encajad esas frases en tu texto, ¡qué ductilidad tienen las palabras que se adaptan a cualquier tipo de narrativa!, esa es la maravilla del lenguaje y el placer que nos da jugar con él.
ResponderEliminarMuy bueno tu relato.
Las descripciones son buenisimas, es como estar en el lugar. Has colocado las dos frases en un texto que no es facil. Es genial, besos.
ResponderEliminarHola me ha gustado tu texto muy sensual e intenso
ResponderEliminarMe gusta que te mantienes siempre en tu línea. Es un relato explosivo, con alta carga de erotismo Gustab, me gustó
ResponderEliminarLas frases están tan bien entrelazadas que casi ni las noté *.*
ResponderEliminarSin duda el protagonista llega a un lugar para perderse a sí mismo, y logras que los lectores nos perdamos con él.
Un besazo, Gustab
¿Un ensoñación?, ¿una realidad?
ResponderEliminarMuy bien estructurado el texto recreando ese ambiente de burdel, esa curiosidad, esas ansias, ese impulso entre las piernas. Has puesto las frases de tal manera que han pasado inadvertidas en tu texto, creando esa atmósfera semioscura.
El ejemplo utilizado de la arena y el agua es muy elocuente y vivaz para compararlo con el deseo inagotable que sostiene al protagonista.
Nos has introducido en una prosa bonita tanto que, desde mi punto de vista, cuando dices "sexo oral" yo te hubiera sugerido algo de prosa :-)
Un beso enorme y felicidades.
Nos haces entrar en ese ambiente de tu relato, intensamente sensual , tan bien creado y has logrado incluir acertadamente esas frases. Besos
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