Obscena. (Confesión en jueves. Moli de Canyer).

¿Qué sería un cambio?, ¿contar una realidad saliendo de la fantasía a los que les tengo acostumbrado o hablaros de una realidad, que parece una fantasía?... Juzgad ustedes.

Tímidamente obscena, ofreciéndote mientras dormías, eso siempre surge en mi con suavidad.
Usé la punta de mi lengua para despertarte, como pajarillo  extraviado en la voluptuosidad. Rocé, acariciando entre tus piernas, hundiendo mis dedos. Gemías risueña entre tus sueños al sentirlos entrar. Tus pechos enredados, rozaban las sábanas en el lecho, mientras te ofrecías llena de apetencia e inquietud, sacudiendo tus nalgas mientras entraban.
Nuestros cuerpos temblaban. Probé las delicias de tus formas y aquel néctar, zumo, que te mojaba por dentro. Escuché tus gemidos en furia lujuriosa, en sueño tranquilo, y husmeé tus aromas en ese éxtasis, que sólo la carne sacia.
Te movías con la misma delicadeza que la brisa mueve una flor y sus encantos, recorriendo con mis dedos tus senos desnudos, friccionando mi cuerpo con el tuyo. 
Tus manos buscaron en el vacío. Una daga floreció entre tus dedos y la bestia lánguida surgió, cual tornado ahogada por la curiosidad y el roce de tus dedos.
-¡Oh musa mía, mi alma, te concedo, arroja sobre mí tu deseo trastornado.
-¡Oh, orgasmo infinito!, puedes babear con goce mi sexo y succionarlo con ansias, hasta tu garganta infinita.
Y nos perdimos en la más pura lujuria. Sentí tu corazón azotándose contra tus pechos y todo mi peso serpenteando sobre ti.
-¡Oh cálida profundidad!
Abierta al estallido viscoso de mil orgasmos, delirando sensaciones en un sin fin de jadeo y espasmos. La carne se hizo oscuro orgasmo, cuando mis zumos penetraron en ti. Sentiste la liviandad de mi abrazo, la agudeza del mármol que entraba entre tus nalgas, cayendo en zamarreo jadeante, extenuada.
-¡ Oh, en orgasmo infinita!, puedes dormir con goce tu sexo y sentirme con ansia, hasta que acabe el sol y se pierda el día.

Gustab. Fuera del sanatorio, con su verdadera navidad.

(Ella es , mi infierno y mi paraíso,  mi locura y mi cordura, mi fantasía y realidad, mi vida y mi muerte, y he de fallecer en algún momento en ella, o renacer entre las cenizas de otras manos.)
 Gustab.  A La musa de esta historia.


Comentarios

  1. Esos encuentros tan tempranos, con quien aún no está muy versado, son encuentros que se recuerdan, y mucho

    Por los cambios a bien, y de buena manera. Un abrazo, y felices fiestas

    ResponderEliminar
  2. Desvestida la tarde, el sudor recorre mi cuerpo, mientras ella maquina sueños de intimidad.
    Las tardes envuelven orgasmos con ella... parece ser todo para mí.

    ResponderEliminar
  3. Fantasía que parece una realidad o realidad que parece una fantasía? La voluntad de cambio no logra desviarte del objetivo principal! Buen inicio de Año, Gustab! Que lo disfrutes!

    ResponderEliminar
  4. Sin pastillas la historia es más lineal y no tenemos que interpretar las alucinaciones. Aquí me ha faltado el momento en que la musa toma conciencia.
    He mirado tu perfil buscando tu texto, porque al menos el otro dia no enlazaba.
    Tengo dos smigos, bueno, ya no tengo contacto, de Valparaiso. Dos hermanos , uno sigue por aqui y el otro se fue a Canadá.
    Tengo por el fondo de mi blog un relato cortito versionando una escena de "el perfume".
    Abrazooo Gustab

    ResponderEliminar
  5. Puro erotismo y a la vez pura poesía, besos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Desde la oscuridad...

Entradas populares