Indulgente (corto erótico).

“Tira los prejuicios junto a la cama; hoy tienes una oportunidad de demostrar que eres una mujer, además de una dama.”
JOAQUÍN SABINA

Por fin estalla dentro, llenando su boca, rebotando en sus blancos perlados y  degusta todo su densidad tibia anestesiando sus papilas, su calidez y su furia. Él gime a lo lejos mientras su cuerpo jadea, ella lo retiene entre sus carceleros labios, y sin piedad lame hasta dejarlo de rodillas y con sus ojos cerrados apretando los jadeos entre sus pestañas y su cara de ángel florece entre gemidos. Olas y temblores arrancan de su espeso y velludo vientre de azabache, sus labios lo sueltan cuando el se rinde caído sobre las almohadas.

Lleva en sus labios el sabor que acaba de recoger de la batalla, lo unta en besos sobre su boca, él gime de placer y dolor por la dura insistencia de verlo rendido, goza cada una de sus expresiones, para finalmente, dejarlo jadear libremente.

Abrazada al inquieto vientre, dormita sobre el congestionado soldado herido, aún las venas palpitan, pero ya rendido, la fragancia de los zumos el sudor y flujos lo llenan todo, caldeando el aire que brota de su boca secándola por dentro.

Clama en la oscuridad del cuarto, por una segunda ronda, mientras juega con su lengua sobre la cabeza que mantiene el brillo de la saliva que uso para someterlo al juego y así, hacer más apetitosa la presa que acaba vencer en dura batalla

Luego ella ríe indulgente, se burla del tamaño reducido, deseando volverlo a levantar y degustar entre sus labios, sus dedos ayudan en la faena.

Él no respira, sólo deja hacer, rendido a todos sus caprichos...

Gustab