Detrás de los barrotes. ( Al noveno círculo, Gustab cruza el Aqueronte. Dante.)

"Todos los pecadores del Infierno tienen una característica en común: sienten la separación de Dios como el mayor castigo. Cuanto mayor es el pecado, menor es el espacio físico en el que habitan las almas.
Caronte, quien, al saber que Dante procede del mundo de los vivos, se niega a dejarlo pasar al Aqueronte y llegar al infierno propiamente dicho. Virgilio lo obliga a acceder pronunciando la frase Vuolsi così colà ove si puote ("así se dispuso allí donde se tiene la autoridad"), indicando que el viaje de Dante es deseado por Dios. Las protestas y blasfemias de las almas condenadas llenan la atmósfera
En el Infierno se encuentran quienes justificaron sus pecados y no se arrepintieron. En sentido Alegórico el noveno círculo representa, a los marcados por la perversidad."

Detrás de los barrotes, y en un monólogo, Gustab cuestiona su aparente equilibrio. Dialoga con él.Viste de demonios su vida, orilla quebradas, evitando los abismos, huye de la relativa realidad.

Su habitación luce fría. La roída pared, escamada de pintura, aparentemente blanca, lo obliga a ese dialogo infinito, eterno, carente de lógica. Los barrotes, aparentes de su ventana, lucen gastados, oxidados por el tiempo y la sal del clima. Un hilo de araña, ata los fierros unos a otros; se mueven con el viento danzando transparentes.
El frío no cesa de violar su cabeza. Sus ojos fijos miran la eternidad. Vagan libres más allá de sus gastadas texturas. Él es, un bicho en la pared que abre sus alas , para escapar al mar.
Y en el mar, es un hombre que vaga, con la mirada perdida, orillando las olas, queriendo solucionar la vida. Muestra lágrimas de aparente abandono comprando almas. Divagando y dejando que sus dedos rocen el agua, como dibujando esos cuerpos que se van tras cada caricia. 
El frío del invierno, entra por las costuras de su impermeable. El sombrero, cae sobre sus ojos protegiendo sus últimas ideas, las que quedan, porqué las otras, se funden entre neuronas que luchan por vivir.
-¿qué es esto, un monólogo o una autobiografía?
Para las mujeres, es único, hipnótico, mágico, básico en esencia. Nunca aceptó ser civilizado, es salvaje por naturaleza y deben aceptarlo así.
Gustab no es nadie y es de todas, pero no quieren compartirlo. Les atrapa en cárceles y en palabras envolventes, que ellas saben, que jamas compartirá. No tendría sentido, es vago como su pensamiento.
Él es di-vagante, inescrupuloso, rebelde en el amor, es impúdico. Amante del sexo y sus placeres. Él es... un loco.
Un filósofo que aparenta ignorancia. Ese que parece negar el amor o huir de él. Ese, que lo encarcela todo en su cabeza, para que ellas lo liberen de su condición. Tiene un inconsecuente equilibrio. Es libre en esencia, pero condenado a esa habitación por adicción.
Termina este monólogo, yo sé que la enfermera esta ahí escuchándolo todo. Viene  por las pastillas. 
Cada vez que entra, abre su escote, y desabrocha el último botón de su delantal,- el de abajo - ya es corto, justo para que yo le mire. 
El témpano de hielo se derrite entre sus dedos, el calor me sofoca y el frío se va. 
La habitación esta llena de fantasmas que me ignoran. Ellas entran y salen, se ocupan de mi felicidad. Ellas entibian mi cuerpo, lo envuelven de  besos y abrazos, de caricias que me transportan del lugar. Luego, me olvidan.
En esencia..., libre.


Gustab

Comentarios

  1. Estuve a punto de decirlo y me mordí la lengua pero hoy no lo voy a hacer ¡Fack ju Dante! Las palabras pueden llegar a ser cárceles sin cerradura. Como todas estas ventanas virtuales que nos arrojan al mundo como angelóides. Pun, pun, pum a este lado de la ventana del mundo picotea un ángel ;-)

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Desde la oscuridad...

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